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Educación Secundaria Menor en Japón

Tiempo de lectura: 4 minutos aprox.

Éste, es parte de una serie de artículos sobre el sistema escolar en Japón. 

 
Aquí viene la pubertad. Estos establecimientos albergan estudiantes de entre 12 y 14 años. En esta etapa, empiezan a usar uniforme (sí, esos mismos que vemos en los anime) y se mantiene la estricta disciplina.



Los cursos siguen teniendo un profesor jefe, pero ahora cuentan con un profesor diferente para cada asignatura. Estas, son similares a las de la escuela primaria. El horario de un curso de secundaria menor luce algo así:



Con el objetivo de dar una mejor experiencia a los estudiantes y de que haya una buena asistencia, existen actividades extracurriculares. Por un lado, se mantienen las salidas pedagógicas frecuentes que, como ya dijimos, son de asistencia obligatoria. Por otra parte, aparecen los clubs. Estos clubs están a cargo de un profesor y pueden ser deportivos, artísticos o culturales.

Dado que para ingresar a la secundaria mayor hay un competitivo proceso de selección, empieza la presión por las notas. El estudiante japonés promedio, dedica de 2 a 3 horas al día a estudiar. Pero la cosa no se queda ahí. En Japón existen las Juku (un after-school), que son instituciones a los que los niños de secundaria menor van a reforzar lo visto en clases o a prepararse para dar una buena prueba de ingreso a una prestigiosa escuela secundaria mayor. O sea, en términos chilenos, es como un preu para cabros chicos de 12 a 14 años. Las clases aquí son en la tarde y pueden durar incluso hasta las 22 horas. Si bien, esto nos podría parecer un poco extremo, la mayoría de los estudiantes (cerca del 60%) asistía a una Juku en los ’90. ¿Por qué? Por que los niños creen que es su deber de hijo estudiar. Es más, en Japón se cree correcto sacrificar las metas y anhelos personales por el éxito académico. Nuevamente, vemos al confucionismo en acción. Por su parte, los padres ponen mucho énfasis en el éxito académico de sus hijos, porque la sociedad los lleva a eso. Esto, dado que el historial académico sí afecta mucho en la posición social de un adulto en Japón.

Entonces, esta presión por las notas, junto con las reglas estrictas y lo autoritario de algunos profesores hace que el descontento escolar aumente de un 9% a un 23%, respecto a la primaria.

Para ingresar a la secundaria mayor, hay que rendir un examen de ingreso. Entre enero y marzo (periodo de invierno), el profesor jefe se reúne con los padres y el estudiante para aconsejar a que secundaria mayor podría asistir. Los estudiantes suelen postular tanto a instituciones prestigiosas, donde hay mucha competencia para entrar, como a las que no son tan demandadas; así tienen un plan B por si no les va bien en el examen de ingreso. Las notas durante la secundaria menor y, sobre todo, el resultado en el examen de admisión son claves para ingresar a la institución deseada. Pese a lo anterior, desde finales de los ’90, las escuelas secundarias públicas realizaron reformas al sistema de admisión, incluyendo entrevistas, historial académico, participación en actividades deportivas o culturales, entre otras. Otro dato es que, si bien la secundaria mayor no es obligatoria, cerca del 97% de los estudiantes ingresa a este nivel educativo.


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Principales fuentes

  • OECD, Program for International Student Assessment (PISA) http://www.oecd.org/pisa/
  • Nemoto, Y. (1999). The Japanese education system.
  • Ministerio de educación de Japón: https://www.mext.go.jp/en
  • Datos macroeconómicos del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y similares.

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