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Ideas finales sobre la escuela en Finlandia

Tiempo de lectura: 4 minutos aprox.

Éste, es parte de una serie de artículos sobre el sistema escolar en Finlandia


Finlandia nos muestra que el asegurar el bienestar individual, la distribución equitativa del ingreso y el capital social afectan para bien el aprendizaje del estudiante. Eso sí, no he encontrado evidencia de que el sauna o el viejo pascuero tengan alguna efecto en los resultados educativos.


El asegurar que todos pudieran acceder a una buena educación; el fortalecer el profesionalismo y la confianza en sus profesores; el incluir a directores y docentes en la planificación de la educación del país, así como el facilitar la colaboración entre escuelas; fueron los elementos que los llevaron a tener un sistema educativo de excelencia. Considerando lo anterior, surgen algunas cosas que no serían tan difícil de implementar en Chile.

Primero, eso de que los niños desde 1ro básico, apenas se vea que les cuesta un poco sumar o leer, reciban de inmediato apoyo del educador diferencial o al psicopedagogo. Y que no sea algo que estigmatice. La prevención temprana es algo que deberíamos probar, en lugar de andar “reparando” al que se quedó atrasado en 5to básico.

Segundo, el hacer que los docentes egresen con grado de magister, eliminar la evaluación docente, realizar un SIMCE muestral, tener directores con experiencia docente y sobre todo competencias interpersonales, así como fomentar la colaboración entre escuelas; son medidas que no requieren grandes inyecciones de recursos o una complicada logística. Simplemente es cambiar la lógica de como hemos venido haciendo algunas cosas en educación.

Otra cosa que rescato, pero que quizás sería más difícil de implementar, es que en la secundaria mayor (en chileno, en la enseñanza media), se pudiera tener un sistema como el finlandés. Es decir, tener el año escolar divido en 5 periodos de 2 meses, donde vas eligiendo los cursos que quieres tomar. Permitiría a los estudiantes curiosear por diferentes asignaturas y les ayudaría a aprender a elegir. De esa forma llegarían a los 18 años, con algo de experiencia en tomar decisiones.

¿Suena lindo?

Pese a todo lo que les he dicho, los expertos finlandeses hacen énfasis en que las reformas no saben viajar. No es un simple copy-paste. En el caso de Finlandia, hay factores técnicos (escuela común accesible para todos, formación de profesores-investigadores, apoyo profesional docente, escuelas pequeñas, buen liderazgo educacional, formas inteligentes de pedir reportes), que se sumaron a factores socioculturales (alta valoración social de la educación, ética profesional, confianza en instituciones y escuelas públicas, capital social creado por el estado de bienestar) y que se conectaron con otros sectores y con otras políticas públicas (salud, educación y empleo, apuntaban hacia el mismo tipo de sociedad) para así lograr buenos resultados en educación. No todo fue por obra del ministerio de educación. En el caso de Finlandia, ellos tenían una visión de una sociedad desarrollada y equitativa, donde, desde diferentes ministerios se hicieron reformas en ese sentido. Finlandia nos puede servir de inspiración para cambiar algunos paradigmas y dejar de lado el “no se puede”. O esa otra frase que me cae como patada en la guata, “es que acá siempre se ha hecho así” (No hay un contra argumento más malo que ese).

En fin, en los artículos sobre educación en Japón y Finlandia vimos como países diferentes (en cantidad de habitantes, sistemas de creencias, horas dedicadas al estudio) logran buenos resultados. Pero ambos poseen poblaciones homogéneas culturalmente. Es decir, casi no hay inmigrantes. ¿Será posible entonces que un país con alta inmigración pueda lograr grandes resultados educativos? Spoiler alert: Sí, sí hay. ¿Cuál? Lo veremos en un próximo artículo.

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